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| mis amiguitas Krista, Sharla y Becca--con nuestras mamas :) |
Te quiero, Mama! La extrano, pero espero que ella este orgullosa de mi--cada dia, aplico las cosas que inculco en mi. Mi mama verdaderamente es una de mis mejores amigas.
Me enseno a ser feliz, diligente, servicial. Ella siempre anda sirviendo y ayudando a los demas, sin deseos de atraer la atencion a si misma.
Puedo contar con mi mama. No hay ninguna cosa que no pueda decirle. Hace unos dias, escribi una entrada en cuanto a mi amigo fiel, el Senor, Jesucristo. Mi mama es mi amiga fiel aqui en la tierra. GRACIAS, Mama!
Ella siempre ha estado a mi lado, por medio de todas las experiencias. Me da consejo. Nos reimos juntas. Y de hecho, nos damos apodos tan chistosos. Sin saber que yo iba servir en una mision hablando espanol, yo le habia dado los apodos de "Mamasita Rosarita" y "Mother Dominguez" jaja. No estoy segura de que le gusten. :)
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| mi hermana Shannon con su hija Jaycie |
Ni modo, amo muchisimo a mi mama. Supongo que usted comparte los mismos sentimientos hacia a la suya.
Este fin de semana, digale!
Lo voy a hacer tambien.
La semana pasada, visitamos a un miembro de la rama y pasamos un buen rato hablando de
la importancia de las metas.
Sabemos que sin las metas, no tenemos una vision (Proverbios 29:18); nuestro proposito como hijos de Dios aqui en la tierra se minimiza.
Despues de hablar de la importancia de ellas, buscamos en varias revistas por fotos, etc. que representan las metas que tenemos. Aun su nina de cuatro anos participo! [La foto arriba es como mi proyecto quedo.]
Quiero que piense en las metas suyas. Obviamente, tenemos las metas temporales, pero piense especialmente en las que son espirituales. Cuales son?
Nuestro profeta, el Presidente Thomas S. Monson, recientemente relato:
A lo largo de los años he hablado con muchas personas que me han dicho: “Tengo tantos problemas, verdaderas preocupaciones; estoy abrumado con los desafíos de la vida; ¿qué puedo hacer?”.
Les he dado a ellos, y les doy a ustedes ahora, esta sugerencia: busquen la guía divina un día a la vez. Vivir la vida por metros es difícil; pero vivirla centímetro a centímetro es pan comido. Cada uno de nosotros puede ser leal por un día —y luego otro, y otro más después de eso— hasta que hemos vivido una vida guiados por el Espíritu, una vida cerca del Señor, una vida de buenas obras y rectitud. El Salvador prometió: “Mirad hacia mí, y perseverad hasta el fin, y viviréis; porque al que persevere hasta el fin, le daré vida eterna”.
Con este propósito han venido al mundo, mis amigos. No hay nada más importante que la meta que tratan de lograr: la vida eterna en el reino de su Padre.
A veces quizas le parezca dificil, pero es alcanzable. Yo lo se.
