El refugio del tormento... o sea, Yeama

Conozcan a Yeama (bajo)... nuestra amiga del Promise Land, Tennessee. Nos conocimos por la noche del Viernes pasado. Estan listos para la historia? Es buenisima! :)



La Hermana Zullo y yo estabamos esperando dentro nuestro carro afuera de los apartamentos de una familia que estamos ensenando cuando el tiempo llega ser malo. El viento estaba moviendo el carro de lado a lado, y pensamos que ibamos a morir en este gigante lavacarros.

Eso es cuando decidimos orar para recibir proteccion. Despues de 10 segundos, Hna. Zullo y yo sentimos que necesitamos correr para el apartamento. Solo tres segundos en la lluvia estaba bastante para mojarnos completamente!

Tocamos la puerta de la familia por lo menos 20 veces, pero no contestaron. Sin pensando, toque la puerta directamente al otro lado del camino. Una mujer (se llama Yeama) contesto la puerta, y le dije: "Eso es raro ["random" en Ingles]... pero podemos entrar a su casa?" 

Con un poco de duda, Yeama nos dejo entrar... fue un milagro! Ella explico que habia orado y Dios le dijo abrir la puerta... y ella no podia negar esta respuesta. (Hna. Zullo y yo estabamos muy agradecidas que Yeama eschucho a Dios!)

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Estoy muy agradecida por el refugio fisico que recibimos del tormento. Estoy agradecida tambien por el refugio espiritual que recibo de la iglesia. El evangelio restaurado ha sido una gran bendicion en mi vida, porque sus ensenanzas (o sea las doctrinas puras de Jesucristo) proveen la guia que me protege en este mundo. Elder Packer discurso sobre eso, y bajo estan algunas de sus palabras:

Nos referimos a la Iglesia como nuestro refugio, nuestra defensa. Hay seguridad y protección en la Iglesia, y se centra en el Evangelio de Jesucristo. Los Santos de los Últimos Días aprenden a mirar dentro de sí mismos para ver el poder redentor del Salvador de toda la humanidad. Los principios del Evangelio que se enseñan en la Iglesia y que se aprenden de las Escrituras se convierten en una guía para cada uno de nosotros de manera individual, y para nuestras familias.
Sabemos que los hogares que establezcamos, y los de nuestros descendientes, serán el refugio del que se habla en las revelaciones: la “luz”, la “norma”, el “estandarte” a las naciones y el “refugio” contra las tempestades (véase D. y C. 115:5–6; Isaías 11:12; 2 Nefi 21:12).
El estandarte al que todos debemos acercarnos es Jesucristo, el Hijo de Dios, el Unigénito del Padre, cuya Iglesia ésta es, cuyo nombre portamos y cuya autoridad llevamos.
[Pueden leer el discurso entero aqui]





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