Mi cosa favorita #9: el diseño gráfico

Desde era una nina, he amado hacer cualquiera cosa que me permite ser creativa. Una de estas cosas es el diseño gráfico. Me encanta diseñar. Por uno de los varios proyectos en la universidad, tuve que diseñar un nuevo label por un producto--escogi sopa de Campbell's (abajo).

Que diversion!






Tambien he usado mi amor por el diseño gráfico para crear programas, senals, etc. por mis llamamientos en la Iglesia. Mas reciente, creo una programa para el servicio bautismal de Mario (abajo). Estoy agradecida que puedo usar este don todavia, aun cuando soy misionera.



Llamo la habilidad de diseñar un don, porque es algo que me permite de servir mis hermanos y bendecir las vidas de otras personas. Recuerde, los dones no se dan a nosotros para nuestro beneficio; se dan para que podamos compartirlos con los demas.


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Durante un discurso en BYU-Idaho este febrero pasado, El élder Rasband (de la Presidencia de los Setenta) compartió tres principios que le han ayudado a desarrollar sus talentos y habilidades:

1. Procuren con anhelo descubrir los talentos que les ha dado el Señor.

Cada persona viene a la tierra con su propia forma de ser, investido con los talentos que tenía en la vida preterrenal. Estudien y mediten en su bendición patriarcal, consulten a familiares y amigos y estudien su historia familiar para encontrar sus talentos, dijo.


2. Empleen sus talentos en la edificación del reino de Dios.

Esto incluye la Iglesia, sus propias familias y otras personas, dijo el élder Rasband. “Los éxitos de las personas a las que ayudamos, patrocinamos, alentamos y edificamos cuando luchan por sus propios talentos nos producen gran gozo y satisfacción. Centrarse en servir al Salvador puede guiarnos a tomar decisiones adecuadas en nuestro diario vivir”.

El presidente Spencer W. Kimball (1895–1985) declaró: “No olvidemos que la grandeza no siempre tiene que ver con nuestro escalafón en la vida, sino con la calidad de ésta. La verdadera grandeza no siempre está ligada a nuestro ámbito de acción, sino a la calidad de cómo desempeñamos nuestro hacer, independientemente de lo que hagamos”.


3. Reconozcan la mano de Dios en su éxito.

Tanto si recibimos nuestros talentos antes de nacer como si los adquirimos en esta vida, todos son dones de un Padre Celestial amoroso, dijo el élder Rasband, “y en nada ofende el hombre a Dios, ni contra ninguno está encendida su ira, sino contra aquellos que no confiesan su mano en todas las cosas” (D. y C. 59:21). A nuestro Padre Celestial le complace que demostremos nuestro aprecio simple y llanamente dándole gracias por nuestras bendiciones por medio de la oración, agregó.


Tome la foto en el fondo y desine esta bandera con una de mis citas preferidas
 


 Espero que todos nosotros podamos seguir este consejo para desarrollar y usar nuestros talentos.


Y lo mas importante es que damos gracias a Dios!


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